Nabor Rojas

Nabor Rojas, a loving father, grandfather, great-grandfather, and great-great-grandfather, began his journey on July 12, 1934, in the serene landscape of Villa Coronado, Chihuahua. He departed this earthly realm on September 8, 2025, leaving behind a legacy filled with laughter, kindness, and an unshakeable faith in God.

In an era defined by simplicity, Nabor stood out as a beacon of warmth and humor. He was known for his playful spirit and a talent for coining nicknames, which he bestowed upon everyone and everything he encountered. His ability to turn the mundane into joyful moments made him a cherished figure in the hearts of his family and friends. Nabor's laughter echoed through the lives he touched, a reminder that even during life's toughest challenges, a smile could light the path forward.

Nabor was a devoted family man who cherished every moment spent with his loved ones. He is survived by his beloved sons, Ramon Rojas and Jose (Yeraldin) Rojas, and his daughters Juliana Rojas, Lucina (Jesus) Rojas, Alma (Leonard) Rosa, Emma Esperanza (Elivinio) Rojas, Marta Elena (Leonel) Salazar, Gloria Rojas, Miriam (Hugo) Rojas, and Dulce Rojas. His lineage extends through numerous grandchildren, great-grandchildren, and great-great-grandchildren, each carrying a piece of his vibrant spirit.

While his heart was tethered to the joys of family, Nabor cultivated interests that filled his days with fascination. He had an insatiable love for collecting caps, a quirky hobby that reflected his unique personality. He would often find solace in watching the news, staying informed and engaged with the world around him, always ready to discuss current events with a perspective that was at once humorous and insightful.

Nabor's journey in this life was not without the shadow of loss. He was preceded in death by his beloved wife Martina Esparza, whose love and companionship shaped the beautiful tapestry of their life together. He also mourned the loss of his daughter Norma Rojas, his mother Josefa Rojas, as well as his siblings: brother Guerrero Rojas, and sisters Agustina, Soledad, Socorro, Guadalupe, and Concepcion Rojas. Each departure carved significant spaces in his heart, yet he continually found strength in his faith, remaining a pillar of support and positivity for those around him.

The upcoming services in honor of Nabor will be held at the Salinas Funeral Home of Weslaco, nestled in the heart of TX, where family and friends are invited to come together to celebrate his remarkable life. A viewing will take place on September 10, 2025, from 5:00 PM to 9:00 PM, accompanied by a heartfelt prayer service at 7:00 PM. The funeral service will follow on September 11, commencing at 1:00 PM, with interment at Highland Memorial Park at 2:00 PM.

As we remember Nabor Rojas, let us hold fast to the wisdom he imparted through his laughter and faith. Let us carry forward his legacy, embracing the joys of life, connecting with one another, and nurturing love in all its forms. He taught us that even in the face of adversity, there is beauty to be found in humor, family, and an unwavering spirit. Though he has departed from our sight, the echoes of his laughter will linger on in our hearts forever.

Funeral arrangements have been entrusted to Salinas Funeral Home of Weslaco.

Nabor Rojas, un amoroso padre, abuelo, bisabuelo y tatarabuelo, emprendió su camino el 12 de julio de 1934 en la serenidad de Villa Coronado, Chihuahua. Partió de este mundo el 8 de septiembre de 2025, dejando un legado lleno de risas, bondad y una fe inquebrantable en Dios.

En una época marcada por la sencillez, Navor se destacó como un ejemplo de calidez y humor. Era conocido por su espíritu lúdico y su talento para inventar apodos, que les daba a todos y a todo lo que encontraba. Su capacidad para convertir lo cotidiano en momentos de alegría lo convirtió en una figura querida en los corazones de su familia y amigos. La risa de Navor resonó en las vidas que tocó, un recordatorio de que incluso en los momentos más difíciles, una sonrisa podía iluminar el camino.

Nabor fue un devoto hombre de familia que atesoraba cada momento compartido con sus seres queridos. Le sobreviven sus queridos hijos, Ramón Rojas y José (Yeraldín) Rojas, y sus hijas: Juliana Rojas, Lucina (Jesús) Rojas, Alma (Leonard) Rosa, Emma Esperanza (Elivinio) Rojas, Marta Elena (Leonel) Salazar, Gloria Rojas, Miriam (Hugo) Rojas y Dulce Rojas. Su linaje se extiende a través de numerosos nietos, bisnietos y tataranietos, cada uno con una parte de su vibrante espíritu.

Si bien su corazón estaba atado a las alegrías de la familia, Nabor cultivó intereses que llenaban sus días de fascinación. Tenía una pasión insaciable por coleccionar gorras, una afición peculiar que reflejaba su personalidad única. A menudo encontraba consuelo viendo las noticias, manteniéndose informado y conectado con el mundo que lo rodeaba, siempre dispuesto a hablar de la actualidad con una perspectiva a la vez humorística y perspicaz.

La trayectoria de Nabor en esta vida no estuvo exenta de pérdidas. Le precedió en la muerte su amada esposa, Martina Esparza, cuyo amor y compañía forjaron la hermosa historia de su vida en común. También lamentó la pérdida de su hija Norma Rojas, su madre Josefa Rojas, así como de sus hermanos: su hermano Guerrero Rojas, y sus hermanas Agustina, Soledad, Socorro, Guadalupe y Concepción Rojas. Cada partida dejó un profundo recuerdo en su corazón, pero siempre encontró fuerza en su fe, siendo un pilar de apoyo y positivismo para quienes lo rodeaban.

Los próximos servicios en honor a Nabor se llevarán a cabo en la Funeraria Salinas de Weslaco, ubicada en el corazón de Texas, donde familiares y amigos están invitados a reunirse para celebrar su extraordinaria vida. El velatorio tendrá lugar el 10 de septiembre de 2025, de 5:00 a 9:00 PM, acompañado de un emotivo servicio de oración a las 7:00 PM. El servicio fúnebre se realizará el 11 de septiembre a la 1:00 p. m. y el entierro en Highland Memorial Park a las 2:00 p. m.

Al recordar a Nabor Rojas, aferrémonos a la sabiduría que nos transmitió con su risa y fe. Prolongemos su legado, abrazando las alegrías de la vida, conectando con los demás y cultivando el amor en todas sus formas. Nos enseñó que, incluso ante la adversidad, la belleza se encuentra en el humor, la familia y un espíritu inquebrantable. Aunque ya no esté con nosotros, el eco de su risa perdurará en nuestros corazones para siempre.

Los arreglos funerarios han sido encomendados a la Funeraria Salinas de Weslaco.